domingo, 27 de marzo de 2011

JUDAS


Entre los doce existe un miserable
que por dinero perderá su vida
sin poder ofrecer a quien le pida
explicación de su actitud culpable.

¿Lo decidió consciente, inalterable
la libertad con ambición suicida,
o fue una pieza más que en su caída
cumplió con un deber inexplicable?

Es decir: ¿Sólo fue Judas la mano
ejecutora cruel de su destino,
o acaso estaba escrito de antemano

que fuera conducido al desatino?
¿O más que delator fue un ser humano
incapaz de librarse de su sino?

Daniel Pérez Fernández (Dibujos de Semana Santa y 33 sonetos de pasión)

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